Diario de las fiestas de la Virgen
2004 |
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Preparación: Pues parece que este año no ha habido incidencias remarcables en la cosecha ... o por lo menos poco se han quejado. Lo único que se oyó (pero que no deja de ser normal) es que algunos días de finales de julio y principios de agosto llovió, con el consiguiente parón de las cosechadoras. Entre pitos y flautas, por lo visto alguno que otro aún pasó apuros para acabar con la cosecha para fiestas. El caso es que en mayor o menor medida los agricultores zoqueros pudieron salir de parranda. Hubo que poner pocas faltas de asistencia, que es lo importante.
No sería justo hablar de los preparativos de las fiestas sin comentar y agradecer la dedicación al mantenimiento de la Tasca que ha llevado nuestro amigo Lucas Grao. Gracias de nuevo desde aquí.
Ya hacía tiempo que se hablaba de renovar sillas y mesas de la Tasca y Román estaba mirando subvenciones para mobiliario. Pues bien, parece ser que el bar del museo minero de Escucha ha cambiado de dueños este año y los nuevos propietarios se querían deshacer precisamente de esos muebles. Afortunadamente allí estaban los Ros para decir "ya has encontrao quien se las lleve". Hemos ganado en comodidad.
Comenzaba la semana de más afluencia de gente a Jorcas y había que adecentar aún más la tasca. Muchas manos se encargaron de que la tasca oliara a pino.
Este año hicimos tarde poniendo carteles para anunciar las fiestas. Buff!! En Villarroya casi se nos enfadan (con razón) pues no les pudimos poner los carteles hasta media semana! A ver si aprendemos para el próximo año!
Una de las primeras cosas que hay que hacer siempre es llevar la corriente eléctrica a la cochera de la plaza. ¡No veas si da faena el asunto! Desafortunadamente, este año hemos sufrido problemas con la electricidad. Se nos fue la luz en algunos momentos y se pasaron malos momentos en la barra de la plaza. El miedo nos entró pensando en el hielo ... pero el asunto se apañó y no llegó a más. Pero no avancemos.
Por estas fechas se fue una comitiva a comprar a Teruel. Cada año hay que ir a hacer compras y procurar que la lista de la compra sea correcta, pues como nos falte algo por comprar ¡menudo paseito nos toca de nuevo hasta la gran capital! Mientras tanto la vida sigue por Jorcas. Paseos, venta ambulante, niños jugando, ...
Las fiestas se acercaban y quedaban múúchas cosas pendientes por hacer. Había que organizarse, repartir tareas, hacer carteles, ...
Y ¡cómo no! también hay que poner el escenario. Atrás quedan aquellos años en los que poníamos el techo y las lonas con nuestras torres ... pero mucho más lejos aún queda cuando aquellos aventureros se subían a los andamios para colocar los hierros y montar el techo:
Con estas orquestas que contratamos, siempre se nos queda corto el escenario. Por suerte los amigotes brujos nos prestan algunos de sus tableros y caballetes. Así pues, hubo que ir a Allepuz a por cachibaches.
A media semana ya teníamos neveras, congeladores y grifos de cerveza. José Manuel se encargó de traerlo todo.
Hubo que sellar tickets y lotería. Alguno acabó marcado cual res, con el sello de Jorcas entre ceja y ceja. Como viene siendo costumbre, el grupo electrógeno de la Mancomunidad nos hizo sudar. Hace años que no le funciona el freno y el resulta que el mejor sitio para dejarlo (por cercanía al escenario) es la cuesta que sube hacia casa de los Loras. ¡Menudos inventos hay que hacer para mover un cacharro de varias toneladas por una camino inclinado y colocarlo bien! Según decía Román, este año o habían llevado a reparar y él mismo se sorprendió de que no estuviese arreglado el freno. A ver si para el próximo año no nos ocurre igual.
Sigue, sigue, que esto sólo acaba de empezar.
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