Diario de las fiestas de la Virgen
2004 |
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Juegos, chocolatada y música
La mañana del sábado de fiestas se utiliza básicamente para dormir la mona y tratar de reponerse un poco. Los mayores sacan a los niños a pasear y en las cocinas se preparan suculentos platos que servirán para rellenar los alcoholizados vientres. No es hasta media tarde cuando se empiezan a ver en las calles las caras de anoche. Poco a poco los intrépidos fiesteros se van levantando, comiendo, duchándose y una vez espabilados... ¡a la calle! ¡Y no será que no hay cosas que hacer! Hay que preparar los concursos, arreglar un poco las barras, volver a preparar los utensilios para los bocadillos, descongelar carne, preparar los juegos para los niños, ... y dar un paseico para desentumecer los músculos. Parece ser que la orquesta era de las grandes. Pasaba sólo un ratico de las cinco de la tarde que ya estaban montando sus trastos sobre el escenario. ¡Rediez! ¡Cuánto aparato!
Algunos miembros de la flamante comisión entrante se ocuparon de hacer pasar un rato agradable a los niños. Les hicieron pintar su propio barco pirata. ¡Qué pena! pues se colgaron los dibujjos en la pared del trinquete y al rato volaron con el viento. Por lo menos guardamos esta instantánea.
Tras pintar barcos piratas: una buena chocolatada. Estas guapísimas comisionadas se encargaron de servir chocolate y pasticas. ¡Así da gusto tomarse una taza!
Ya oscurece y hay que irse a cenar pues se avecina otro festival. Este año la orquesta (Banda Nocturna) fue literalmente "demasiado". Al final hicimos algo cortos de potencia y el grupo electrógeno no daba suficiente caña como para que la orquesta fuera a toda máquina. Pero ¡no pasa nada! Se apagan un par de luces y un par de robots, se enchufa el sonido a través del ayuntamiento ... y a correr! La pena es que no lució tanto como podría haber lucido. Fue una pena el despiste, el próximo año tendremos que tenerlo en cuenta. Desde luego este año el suministro eléctrico nos dio bastantes problemas. Algo pasaba con la toma de corriente del ayuntamiento que seguía yéndose la luz en la cochera, probablemente la manguera no estaba fina. Eso implicaba incomodidades como tener que servir las copas casi a ciegas. Además tuvimos que desconectar los grifos de cerveza, ¡con lo bien que iban! Pero nada, nada, las copas se pusieron de una forma o de otra y la noche fue p'alante.
La orquesta Banda Nocturna estuvo fenomenal. Salía el sol y con él volvíamos a mover la cintura con los punchamientos de José Miguel y Rafa de Eclipse.
Los Ros Brothers suelen traerse de Escucha una horda valientes guerreros, capaces de levantar la fiesta y mantenerla en todo lo alto hasta mediodía. ¡Va por ustedes!
Y otra vez se acaba la fiesta y toca barrer. Cada vez cuesta más encontrar voluntarios, pero no pasa nada: Cuando no hay suficientes voluntarios ... se buscan :) ¡Que aquí hemos de dar el callo todos, leches!
En la puerta de la tasca se ve el último grupo de forasteros. Van desfilando hacia los coches... y a la piltra.
El grupo de Escucha y algunos de Jorcas y aguantaron un buen rato en la tasca. Manolo fue el representante de Allepuz. Parece ser que les hacía gozo acabarse el barril de zumo de cebada.
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