Fiestas
Fiestas de Agosto 2005
Si buscas el programa de las fiestas
de Agosto de 2005 aquí
lo tienes. Y no te pierdas la felicitación
de fiestas y de buenos deseos de Fermín Villarroya
Villarroya!
Historia de las fiestas
Las Fiestas de Jorcas son
mucho más que un acto festivo. Corría el año
1974 cuando la emigración ya se había
llevado a la mayoría de los zoqueros a las grandes ciudades:
Valencia, Barcelona, Castellón, Zaragoza, Sagunto,...
Las gentes se juntaban en reuniones en centros
sociales, casas y allá donde podían, pero parecía
que " no se estilaba lo de ir a Jorcas". Entonces el pueblo
era un lugar aburrido, donde no había distracciones, ni siquiera
se celebraban las fiestas en agosto porque no quedaban jóvenes.
De hecho ¡las casas no disponían de agua corriente!
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Pulsa sobre la imagen y verás a mayor resolución
el
GIF animado de las Fiestas de Jorcas.
Casi 2 minutos, 2,1 MB (un poco animal)
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Llegó
un sacerdote recién salido del Seminario a aquellos pueblos
y, un día se fue a Valencia para hablar con un grupo de jóvenes,
emigrantes e hijos de emigrantes zoqueros, de la situación
que vivían en Jorcas las gentes mayores, sin cuartos de baño
ni lavadoras ni grifos en las casas.
De aquella reunión,
en aquel grupo nacieron ideas y la firme decisión de ponerlas
en práctica para intentar conseguir algo tan indispensable.
Se les ocurrió que volver a organizar las fiestas de agosto
para reunir esos días a las gentes dispersas y plantearles
la necesidad de canalizar el agua por las casas de Jorcas, ese
bien del que parece (según algunos dicen) Aragón estar
sobrado: el agua.
Así que
con mucha voluntad y dinero inicial de sus propios bolsillos organizaron
las fiestas en Honor a la Virgen de la Asunción en
Agosto de 1975.
Ciertamente
ninguno de los entonces jóvenes habían organizado
ninguna fiesta, ni conocían a cantantes o sabían de
bares. No obstante, a partir de aquel momento se dedicaron a pensar
y observar con todo detenimiento cualquier situación que
pudiera servirles; se acostumbraron a usar el ingenio y a escuchar
opiniones de cada persona para hacer las cosas reciclando con muy
poco o ningún dinero.
Sin duda el
objetivo que perseguían les daba la fuerza suficiente para
exponerlo con pasión e ir a hablar con gentes que no conocían
y a quienes de otro modo, seguramente nunca se hubieran acercado.
Así, en Valencia, un día le contaron su idea a
José Antonio Labordeta después de un recital.
Le pidieron su presencia, un recital por el “que a lo
peor no te podemos pagar ni la gasolina” pero él
dijo sí. Canceló otro que tenía medio apalabrado
para el día 15 de agosto y llegó al pueblo a cantar
encima de un antiguo remolque de tractor como escenario.
Todos, mayores
y niños vivieron aquel año la preparación de
las fiestas y un verano diferente, solidario. Niños y mayores
limpiaron a mano las calles de piedras, los niños fueron
el coro de la iglesia y unos magníficos recogedores de botellas
y vasos para ganarse consumiciones gratuitas en el bar montado en
el bajo que cedió gratuitamente un vecino. Los niños
dibujaron, escribieron y fueron actores de teatro. Las casas fueron
fondas y restaurantes que albergaron gratuitamente a imprevistos
visitantes desconocidos, todas las neveras del pueblo hacían
hielos para el bar comunal y todos se disfrazaron, bailaron, torearon,
recibieron y escucharon la ronda en la calle de nuevo, barrieron,
fueron a por agua a las fuentes soñando un futuro inmediato
en el que abrirían grifos, lavarían en casa con lavadora,
podrían ducharse.
Sin proponérselo
esas fiestas sentaron precedente, un modo distinto de hacerlas,
pero pocos conocen que las fiestas de Jorcas no resurgieron como
fin sino como medio, una vía para hacer mejoras en el pueblo
año a año y, divirtiéndose, invertir el esfuerzo
en fines útiles. Aquellos jóvenes que serían
llamados "Comisión de Fiestas" consiguieron (ayudados
por todo Jorcas) dos metas a cuál más valiosa: Ayudar
a hacer llegar el agua corriente al pueblo y conseguir juntar de
nuevo a los zoqueros en su tierra natal, haciendo que volvieran
a querer ir a Jorcas. Además de "montar
bailes" aquellos jóvenes también
tomaban iniciativas culturales de apoyo a la tradición,
conservación de los espacios y arquitecturas populares como
el antiguo horno, pequeñas exposiciones, gentes...
Las fiestas
salieron bien, recuperaron el dinero gastado de sus bolsillos quienes
lo habían adelantado y, todo pagado hubo unos beneficios
de 60.000 pts. Con ese capital se iniciaron las siguientes de 1976,
pero sobre todo, se empezaron
las obras de acometida de agua corriente por las casas
al año siguiente y se alcanzó un servicio cada vez
más normalizado en 1978. Quienes allí participaron
creyeron que aquello era una buena causa y una buena excusa para
juntarse en una fiesta. Si aquéllos no se hubiesen decidido
a llevarlo a cabo ¿qué
otros caminos hubiese tomado Jorcas? No se produjo ningún
milagro, pero se consiguió volver a juntar a las gentes que
emigraron y ayudar un poco a aquéllos que en la villa se
quedaron.
No sólo
nuestro estimado Labordeta sino La Bullonera,
Puturrú de Fuá, Juaquín Carbonell, Hato de
Foces, Cornamusa, El Teatro de la Ribera, La Compañía
de Teatro La Taguara, el Pastor de Andorra y otros muchos
pisaron el escenario de la plaza mayor.
Poco a poco
otros pueblos fueron relanzando también sus fiestas, creando
así una cadena de festejos a los cuales acudía toda
la contornada. Se consolidaron las fiestas en los pueblos como punto
de encuentro entre paisanos que forjaba y reafirmaba lazos
entre las gentes. Otros pueblos han superado en afluencia a Jorcas,
pero no caemos en la vanidad y ni en el orgullo cuando afirmamos
que las fiestas de Jorcas son algo grande.
Álbum de fotos de las Fiestas
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