Web de la villa de Jorcas, Teruel


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Última actualización: 2005-12-28
 

 

Colaboración con la Web de Jorcas

Jorcas: El hombre y su obra . Entre la fantasía y la Historia.

Creo que al hombre le importa conocer en la medida de lo posible a sus antepasados. Trataré pues de hacer un pequeño esfuerzo para condensar en unas líneas, bien con base histórico o supliendo la falta de historia con un poco de imaginación, cuál ha podido ser el devenir de los hombres que vivieron en lo que hoy es nuestro querido pueblo, y para ello tengamos muy en cuenta qué güellas nos dejaron, qué piedras quedaron que nos den testimonio de su presencia y de sus acciones.

Los más antiguos vestigios de sus obras o trabajos los tenemos en lo alto de la muela a 1486 metros de altitud, allí se encuentran los restos de un poblado al parecer del período ibérico; Aún se pueden ver aquellas casetas semideruidas de piedra más o menos alineadas y claro está todas ellas sin techumbre ya que las maderas en que éstas supuestamente se sostenían han desaparecido quedando solamente las muestras de las paredes. Nunca se han hecho excavaciones para investigar si hay algún resto que demuestre qué población pudo habitar ese núcleo que no debío ser muy numeroso.

Por su situación geográfica hay que deducir que dicha población debio dedicarse principalmente a la caza y algo a la ganadería. Un aspecto a considerar respecto a este poblado es la posibilidad de abastecerse de agua ya que justo debajo se encuentran las fuentes Marihueso y Cerradilla, en otros tiempos contaban con bastante caudal pero hoy debido a las escasas nevadas y lluvias proporcionan muy poca agua.

Del origen del actual pueblo pocas noticias conocemos si consideramos que los restos o ruinas llamadas castillo aparentemente son de una pequeña construcción de carácter militar de la época medieval, no quedando otros vestigios más antiguos o tal vez si los hubiesen habido desaparecieron eliminados por las construcciones posteriores. Así pues podemos aventurar varias suposiciones; Que inicialmente hubiera aquí a la vez otro poblado ibérico de características parecidas al de la muela al cual absorvió después, o que el poblado de la muela fué abandonado y su población creó un nuevo poblado en'el actual emplazamiento. De una u otra forma es evidente que el lugar geográfico elegido para el definitivo asentamiento era mucho mejor que la desabrigada muela expuesta a todas la inclemencias y además cumplía muy bien con las necesidades de aquella gente. Un lugar más resguardado de los vientos del Norte por las Peñas Royas y bien soleado próximo a la Vega y a los ríos del Regajo y el Alfambra donde podían ampliar sus crecientes actividades agrícolas y ganaderas, buen cruce de caminos y además con manantiales de agua permanente como el Gamellón que es una obra de arte de piedra tallada y la fuenta baja necesarias para personas y para la ganadería.

No hay que yo sepa huellas ni vestigios de los períodos hispanorromanos y visigodos, es de suponer que estos pequeños poblados ibéricos estarían en contacto con las ciudades más cercanas Sagunto y Zaragoza, donde se imponían formas de vida y leyes. Seguramente entonces se introduciría el famoso arado romano que tras las mejoras ha llegado hasta nosotros. El Castillo que en la actualidad solamente queda un muro pegado a unas rocas que domina el caserío, consta su existencia del siglo XII. Por otro lado tenemos la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción que es gótica renacentista del Siglo XIV. La Ermita de Santa Agueda es una obra barroca de mampostería y cantería del 1748 y restaurada en 1963.

El Ayuntamiento edificio de dos plantas y doble vertiente, lonja de tres arcos sobre columnas cilíndricas en una ventana consta la fecha del 1797 y restaurado hace muy pocos años. También tenemos varias casas particulares que merecen considerarse como históricas por sus puertas y ventanas con lonjas de arcos y escudos de piedra tallada, algunas conservando la inscripción del siglo XVII_. Igualmente se construyeron algunos Peirones hornacitas situados a la salida de los caminos que comunican Jorcas con los pueblos vecinos. Peiron de Loras en el camino de Villarroya, de sillería y piedra tallada. El de la Virgen del Pilar de piedra cilíndrica restaurado en el 1950.

San Pedro Mártir en el camino del molino, cruce con la carretera de Allepuz. San Antonio que se encontraba a la salida del pueblo camino de Santa Agueda. El de las Almas en la fuente baja en la actualidad recibe el nombre de San Isidro labrador restaurado en 1956. Todos fueron construidos con piedra en sillería tallada resultando monumentos muy hermosos merecedores de haber sido conservados, sin embargo en la actualidad sólo se conserva de origen el de Loras. Corresponde mencionar también el molino pues aunque la fecha de su construcción no esta determinada creo que sería en la época en que el pueblo empezó a tener un mayor desarrollo.

La abundancia de agua de nuestros ríos permitía la existencia del molino y regar la extensa huerta que existía. Pero dentro del contexto de este escrito se debe hacer mención y alabanza de que se hayan restaurado y consolidado los edificios públicos monumentales que se han citado, como la Iglesia, el Ayuntamiento, Santa Agueda y algunos Peirones.

Confiemos que esta labor de conservación de edificios antiguos, tanto públicos como privados, continúe procurando que conserven su estilo y materiales originales que tanto atractivo dan a nuestras calles. Jorcas por su situación pintoresca en la ladera de las Peñas Royas, el Picarezo con su Cruz, su Cerro de la Horca, por la antigüedad y arquitectura de alguna de sus calles y edificios y por su panorámica de su Castillo en ruinas y el peñasco de la plaza, es digno de ser visitado. Pero además muchas cosas hemos de agradecer a su naturaleza y de todas ellas unas no quiero olvidar. Me refiero a sus admirables Fuentes, Ríos y rieras.

Creo que mantener sus entornos limpios, sus aguas cristalinas, sus rieras libres de basuras es lo menos que podemos hacer como testimonio de dicho agradecimiento. Y para finalizar esperemos que los jóvenes sean seguidores de los que tanto han luchado por el pueblo y con mayor ilusión si cabe continúen haciendo en el futuro una labor que sea favorable para todos.

 

Fermín Villarroya Villarroya (Barcelona, 1998)

 

 
Comisión de Fiestas de Jorcas

 

 
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